Esta araña divisó al
pequeño saltamontes desde otra rama y rápida y muy sigilosamente se posó detrás
del benjamín. Tras un rato de meditación la araña decidió marcharse. Desconozco
si se marchó porque ya estaba saciada, o bien por sentirse intimidada por mi
presencia. La cuestión es que el benjamín pudo saltar un poco más.
Realizada con 100
macro de Canon más anillo de extensión del nº 12.
En cambio en este caso se puede decir que se puso hasta las botas desayunando.